EL SANTUARIANO llega este 7 de julio a sus primeros 101 de vida

11:25 pm | 6 julio, 2021
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EL SANTUARIANO llega este 7 de julio a sus primeros 101 de vida

Hoy hace un año fue publicada la edición centenaria de EL SANTUARIANO. Además de la edición ordinaria se incluyó una publicación especial con la historia de la revista.

El editorial de esta edición lo reproducimos a continuación:

Los primeros cien años de EL SANTUARIANO

Don Eusebio María Gómez Ramírez y don Filemón de J. Gómez Salazar le dieron a EL SANTUARIANO tal vitalidad que su publicación continuará por muchos años más.

La hoja periódica que fundaron el 7 de julio de 1920 quedó blindada porque desde siempre es una expresión libre del pensamiento, sin ataduras políticas ni de otra índole, fundada en los principios del periodismo: veracidad, pluralidad, imparcialidad, transparencia y responsabilidad social. La credibilidad es el mayor patrimonio de los periodistas y del medio de comunicación.

EL SANTUARIANO es patrimonio periodístico y cultural de El Santuario. Su razón de ser es servir a la sociedad desde el escenario de la comunicación y el periodismo. Y lo asume como un servicio público que busca mantener informados a los santuarianos sobre los asuntos más trascendentales de la vida municipal. Con esta información confiable los ciudadanos pueden formarse una mejor opinión sobre nuestra realidad local.

Estamos totalmente de acuerdo con los escritores Bill Kovach y Tom Rosensteil, en Los elementos del periodismo: “El propósito del periodismo es proporcionar a los ciudadanos la información que necesitan para ser libres y capaces de gobernarse a sí mismos”.

La información veraz, plural, rigurosa y responsable permite que cada quién opine sobre los hechos. La verdad corresponde precisamente a los hechos. En tanto, la posverdad pretende mostrar las opiniones como si se tratara de hechos incuestionables.

Con tanta frecuencia e inmediatez llega al ciudadano toda suerte de contenidos calumniosos, injuriosos, falsos y polarizantes que lo desinforman, desorientan y engañan. Las redes sociales son maravillosas para informar, y también lo son perversas, cuando las usan con intereses mezquinos, tendenciosos y criminales. Muchos no distinguen entre los hechos y opiniones, entre verdades y posverdades, entre lo falso y lo verdadero.

El periodismo busca la verdad, hasta donde es humana y honestamente posible averiguarla, según el principio de veracidad. Estos contenidos periodísticos garantizan el derecho a la información de los ciudadanos, consagrado la Constitución Política de Colombia. En este propósito se mantiene esta centenaria publicación.

Desde el primer editorial EL SANTUARIANO trazó el camino:

“Sin ridículos temores, que apocan y anonadan; sin transgredir la Urbanidad; sin violar los preceptos de hidalguía y caballerosidad, que deben tener por norma todos los que escriben para el público; sin descender al insulto y a las discusiones personales; con energía, constancia y entusiasmo, laboremos en pro de nuestros más caros ideales. ¡Adelante! ¡La suerte está echada! …”

Y lo reiteró en la edición No. 100, 31 de mayo de 1929:

“En julio de 1920 apareció tímida nuestra humilde hoja, sin exhibir ni grandeza ni esplendor como otros periódicos que nacieron gigantes y magníficos derramando luces y sabiduría.  No podía nuestra hoja presentar otra cosa que mucho patriotismo y deseo de hacer el bien a todos y a ninguno hacer el mal.

Y sigue creando hitos en el sendero: “Nadie tiene qué quejarse de que EL SANTUARIANO haya insultado a nadie, y por el contrario siempre ha laborado por la unión, como que la unión es la que da la fuerza y vigoriza los pueblos y los hace progresar, como las divisiones los postra y los lleva a la ruina.

EL SANTUARIANO ha respetado siempre las opiniones ajenas y evitado herir personalidades y a nadie se ha propuesto deprimir, pues cree que no es con insultos sino con argumentos con lo que la Prensa debe combatir. Los insultos soeces quitan seriedad a los periódicos”.

Hay, pues, un itinerario en el horizonte de este medio de comunicación que hoy cumple los primeros cien años y rememoran aquella mañana en la que por las calles se abrían paso los voceadores del periódico que acaban de parir dos maestros, dos quijotes del periodismo y del civismo que maduraron la idea de crear un órgano de expresión para los santuarianos.

En esos primeros años el entusiasmo no tuvo límite no obstante las limitaciones financieras y de otra índole, naturales a un emprendimiento cultural y cívico como lo es EL SANTUARIANO.

Al blindaje de principios y valores al que me he referido hasta ahora, los fundadores idearon otro igualmente significativo: donaron la publicación a la Sociedad de Mejoras Públicas en el año de 1933.

Gracias a este gesto tan generoso como visionario la revista tiene garantizada su permanencia en el tiempo por muchos años más.

La Sociedad de Mejoras Públicas, liderada hoy por Monseñor Camilo Gómez Gómez ha sido mecenas de EL SANTUARIANO.

Su apoyo es vital. No solo el económico. Los miembros de la institución han estado desde siempre entre el equipo de colaboradores en las tareas de producción de contenidos, administración, mercadeo y circulación.

Este blindaje se extiende a un conjunto de santuarianos que con entusiasmo y eficiencia han sumado voluntades para responder por el alumbramiento de cada edición.

El SANTUARIANO tiene larga vida porque es una empresa en la que trabajan decenas de voluntarios que lo redactan, toman las fotografías, diseñan, ponen los anuncios, y entregan las revistas a los santuarianos en nuestro municipio y en otras ciudades a lo largo y ancho de la geografía nacional. Lo hacen porque así lo desean, con altas dosis de pasión y emoción, de civismo y responsabilidad social. Nadie, nadie tiene interés económico, ni particular. El equipo de EL SANTUARIANO trabaja sin percibir retribución económica alguna.

Este ejercicio ad horem implica una inmensa deuda de gratitud con centenares de santuarianos que en estos cien años han aportado generosamente talento, tiempo, tranquilidad y muchos otros insumos y recursos.

En la ceremonia pública del centenario de EL SANTUARIANO, el próximo 17 de octubre, habrá un Acto de Gratitud a los benefactores, como elemental reconocimiento a sus servicios desinteresados.

A lo largo de estos cien primeros años, mirando “¡Adelante!”, porque “La suerte está echada”, EL SANTUARIANO fundó El Santuariano Televisión, uno de los primeros canales locales, en el año de 1995. Poco después puso sus contenidos en la web, en el portal www.apoyar.com y luego en el propio, www.elsantuariano.com. Hace 10 años, en el nonagésimo aniversario de fundación digitalizó sus ediciones desde el número 1, un logro que pocos medios de comunicación cuentan. También se creó el Fondo Editorial Jesús Antonio Villegas Gómez, el cual ha publicado varios tomos y se apresta a producir otros, entre ellos El Santuario, según EL SANTUARIANO, que será lanzado el próximo 17 de octubre conjuntamente con EL SANTUARIANO histórico que reúne en formato digital en DVD y memoria USB la colección de publicaciones de estos cien años.

A estas acciones del periódico se suman las del programa radial dominical Agenda Ciudadana, en asocio con Ascomunal Estéreo 89.4 FM; el Seminario Taller de Periodismo Juvenil, que este año lleva a su séptima cohorte con los estudiantes de bachillerato que quieren estudiar Periodismo y Comunicaciones, y el Encuentro Anual de Periodistas y Comunicadores y de estudiantes de Periodismo y Comunicaciones, entre otras actividades de interés cultural y de beneficio de los santuarianos.

De cara al futuro, EL SANTUARIANO profundizará su temprana incursión en el mundo de la virtualidad, porque entiende que debe estar cercano a sus audiencias del medio impreso y de los medios digitales y redes sociales.

Y como siempre: “Seguiremos adelante”. “La suerte está echada”.

(Editorial de la edición centenaria de EL SANTUARIANO, julio 7 de 2020)

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